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Mostrando entradas de 2009

Monólogo del muerto (Tercera parte)

Cuando uno todavía está vivo, enterarse de la muerte de alguien suele ser una experiencia desagradable, porque siempre se termina pensando en el futuro propio, y eso desestabiliza un poco. Sobre todo si uno alcanzó a conocer al muerto. Aunque para ser franco, yo no recuerdo haber conocido alguna vez a Carolina O’Piorci. No es por cambiar de tema. Se que usted imagina que el problema con mi padre, y quizá las circunstancias de mi propia muerte, guardan alguna relación con mi trabajo en aquella campaña; pero en la vida, y esto lo sabe muy bien, las cosas suelen ser mucho más complejas de lo que parecen a primera vista. Carolina O’Piorci había desaparecido unas dos semanas antes de que Carmen y yo fuéramos a San Antonio. La última vez que la vieron con vida fue durante una fiesta de la casa editorial en la que trabajaba; creo que se trataba del lanzamiento de una novela. Eso fue un sábado por la noche. Recuerdo haber visto los carteles de “ayúdenos a encontrarla” cubriendo casi todas las

Monólogo del muerto (Segunda Parte)

El teléfono volvió a sonar el lunes por la mañana. Esta vez era mi padre para recordarme la entrevista con su socio, un tal señor Jiménez que necesitaba de mi experiencia en marketing para lanzar su candidatura a la gobernación. “No se te ocurra llegar tarde”, alcancé a escuchar a través de la cortina de sueño, que aún no se disipaba del todo; “es muy importante que nos vaya bien en las elecciones”. Así fue como lo dijo: “…que nos vaya bien en las elecciones”. En ese momento no alcancé a intuir el verdadero significado de aquella frase. Todavía estaba medio dormido y ni siquiera percibí la sutileza con que mi padre se había incluido en ella, como si los resultados de la contienda política le afectaran a él, tanto como a su socio, de quien, por cierto, jamás había tenido noticia. La primera vez que le escuché hablar del tal Jiménez había sido el sábado, durante el almuerzo, al que me invitó “para conversar de algunas cosas importantes”. Esto era algo que no sucedía con frecuencia. Desde

Monólogo del muerto (Digresión necesaria)

Con frecuencia me pregunto cómo habrían resultado las cosas de haber salido aquella noche. Claro que a estas alturas nada sería muy distinto. Usted sabe tanto como yo que el tiempo no se detiene nunca, aunque a veces nos gustaría pensar lo contrario. Tarde o temprano habría muerto, y quizá la única diferencia sensible sería la cantidad de recuerdos con los que debo lidiar a diario. Recuerdos de una esposa y de la familia que nunca llegué a tener; recuerdos de aquel viaje a París que tenía proyectado para estudiar una maestría en lenguas; recuerdos del entierro de mi padre, mi madre desconsolada en los brazos de mi hermana, y su posterior internado en un hospital psiquiátrico; en fin, todas esas imágenes que nunca llegaron a mi memoria, como la de aquel hijo mayor que me habría desquiciado con la necedad de convertirse en pintor, y la de aquella niña de rizos oscuros que habría cuidado de mí durante los últimos días. Ocurre a menudo, durante esta muerte tan larga, que los recuerdos se m

Monólogo del muerto (Primera parte)

Antes de nada debo ser claro: yo no me suicidé, y a decir verdad no entiendo muy bien la causa de mi deceso. Se que morí un viernes a las cinco en punto. O al menos ese es el último recuerdo que tengo: miro el reloj con prisa luego de discutir con mi padre por algo relacionado con Carmen. Voy en dirección sur por la calle Amazonas, son las cinco de la tarde. Luego un dolor extraño en el pecho, del lado izquierdo. No fue un infarto. Francisco, mi cuñado, sufrió un infarto hace tiempo. Me dijo que se le había dormido el brazo y se le había hecho difícil respirar. Me dijo que sintió un dolor intenso en el corazón. Me dijo que tuvo suficiente tiempo para darse cuenta de que se trataba de un infarto. Yo no tuve tiempo. No sentí nada en los brazos ni en los pulmones. Apenas un piquete, como si me hubiera rozado la punta de un alfiler. Tal vez usted no pueda comprenderlo, porque claro, nunca se ha muerto; pero dadas las circunstancias se lo voy a confesar: la muerte es un alivio exquisito. No

Propuesta para abolir las distancias

Camina conmigo un rato, un tramo tan sólo y hablamos después: mira las suelas de mis zapatos no están gastados, y me viste correr. Olvida lo que te enseñaron, no sirve a mi lado, ¿Qué puedes perder? si quieres hacemos un trato: si aguantas el paso no me vuelves a ver Camina conmigo adelante y dime por dónde debería seguir; es fácil hablar del pasado, un poco más complicado del porvenir elige el camino correcto o el camino más corto, el que creas mejor si quieres hacemos un trato: si aguantas el paso no me vuelves a ver Ven y camina conmigo, cambiamos de piel ven y verás que al final no lo hice tan mal ven y se fuerte, y que la suerte no te falte ven y camina conmigo, cambiamos de piel Camina conmigo, quiero ser testigo ver lo que sabes hacer que yo no te fallo ni falto al respeto y mi palabra es de ley Si quieres cerramos el trato y si aguantas el paso no me vuelves a ver Ven y camina conmigo cambiamos de piel ven y verás que al final no lo hice tan mal ven y se fuerte, y que la suerte

Salud por el maestro William Ospina

Esta mañana me topé con la buena noticia de que William Ospina ganó el premio Rómulo Gallegos. Más tarde hablaré de ello. Por ahora, uno de los poemas del maestro. El Amor De Los Hijos Del Águila por William Ospina En la punta de la flecha ya está, invisible, el corazón del pájaro. En la hoja del remo ya está, invisible, el agua. En torno del hocico del venado ya tiemblan, invisibles, las ondas del estanque. En mis labios ya están, invisibles, tus labios.

In Memoriam 2

Manantial Paseo que el maestro Rafael Escalona compuso para su hija Rosa María Escalona. (Interpretan: Javier López Narváez-Voz; Edwin Proaño-Bajo; Andrés López-Batería) Manantial.mp3 Yo voy a hacer que brote un manantial de lo más alto de la serranía en donde solo se pueda bañar cuando tenga calor Rosa María Rosa María no tiene que envidiar el que otra tenga un tocador moderno para mirarse ella usa como espejo las aguas claras de este manantial ¿a dónde se bañará Rosa María? ¿a dónde se bañará todos los días? Rosa María no tiene que envidiar las aguas claras de este manantial Rosa María no necesita tocador porque en el manantial se ve mejor Si enamorados van a visitarla Rosa María no los podrá negar porque su huella quedará pintada en las arenas de su manantial Como yo siempre voy por otras tierras procuraré hacer un viaje por el mar y le traeré un conjunto de sirenas para que canten en su manantial ¿a dónde se bañará Rosa María? ¿a dónde se bañ

In Memoriam

De izq. a der. Gabriel García Márquez, Alvaro Cepeda Samudio, desconocido, Rafael Escalona, Alfonso Fuenmayor Mala Suerte Rafael Escalona Díganle a Chema Maestre, también a Arturo Molina que yo me voy pa la Guajira porque aquí tengo mala suerte y si no puedo volver porque en La Guajira muero ay, sólo quedará el recuerdo de aquel amigo que se fue Yo se que me recordarán cuando salgan a parrandear y alguna persona dirá que el pobre Escalona murió ya y alguna persona dirá que el pobre Escalona murió ya Me rezan de compasión como a todo el que se muere ay para que mi alma no pene por falta de una oración Le dicen a Dina Luz, la más bella e Villanueva que vaya a visitar mi cruz y que me ponga flores nuevas Yo se que me recordarán cuando vayan a parrandear y alguna persona dirá que el pobre Escalona murió ya y alguna persona dirá que el pobre Escalona murió ya

La coquetería crepuscular de los boleros

No he hecho nada. Hoy ha sido uno de esos días en los que uno se levanta con el ecuatoriano a flor de piel, y decide que está muy cansado, abombado, aburrido, para trabajar con seriedad. Lo siento. No busco ofender a nadie, pero desde niño he vivido atrapado en medio de dos mundos que, aunque cercanos, son muy distintos uno del otro. Me refiero a mis dos países de origen, Ecuador y Colombia. Puestos a valorar de manera objetiva, con una familia de cada lado (hablo de mis padres y sus antepasados, por que yo todavía no tengo familia propia), hay que decir que aunque el colombiano es más alegre, también es mucho más serio y responsable con lo que hace. Por algo han tenido, además de un par de premios Nobel (Patarroyo, García Márquez), a los grandes empresarios que se atrevieron a desarrollar el narcotráfico desde la misma nada del Génesis hasta convertirlo en la gran industria del siglo XX (no quiero entrar aquí en debates legales ni morales, pues ese sería el tema de un texto muy difere

Pequeño relato científico I

Sobre la cultura Sierra norte Al norte de Quito vivía una tribu. La tribu trabajaba el barro y la cerámica. La tribu desapareció alrededor del año seiscientos, y los vestigios de su cultura fueron desenterrados mil cuatrocientos años después. Como suele suceder en estos casos, la historia tiene una arqueóloga; una excavación llena de huesos, accesorios y vasijas; muchas interrogantes sobre las costumbres de la tribu y un joven científico dispuesto a contestarlas. La arqueóloga se llama Maria del Carmen Molestina. En el año 2002 dirigió la excavación en La Florida, al norte de la capital, en la que se encontraron algunas tumbas que develaron las costumbres funerarias de la tribu. A saber: a los miembros de la tribu los enterraban con su vestimenta y con sus armas de caza. A los miembros de la tribu los despedían en rituales fúnebres, con ofrendas y regalos. A los miembros de la tribu les gustaba tanto beber chicha, que se la llevaban hasta el otro mundo envasadas en vasijas de barro coc

Pequeño relato científico II

La idea de las levaduras Javier Carvajal es un biólogo quiteño especializado en tecnología cervecera. En los laboratorios de la Universidad Católica, Carvajal dirige un ambicioso proyecto que pretende clasificar y conservar vivas todas las especies de levaduras que existen en el país. Cree que la verdadera riqueza biológica no se limita a la selva amazónica, y que el potencial de los microorganismos es infinito en sus aplicaciones históricas, científicas y tecnológicas. En el laboratorio 606, Carvajal guarda la “Colección de levaduras silvestres del Ecuador”. Un día, hace dos años, la arqueóloga se encontró con el biólogo. Sucedió en los pasillos del Instituto Nacional del Patrimonio Cultural. Ella le contó sobre la excavación, y él sobre sus levaduras; y de aquel encuentro surgió la idea: Molestina le entregaría a Carvajal las treinta y dos vasijas de barro encontradas en La Florida, y con ellas Carvajal intentaría revivir las levaduras que los quitus de “Sierra norte” usaban para fer

Pequeño relato científico III

Los franciscanos llega a Quito El territorio en el que los miembros de la tribu fermentaban su chicha fue dominado; primero por incas y luego por españoles. Los novecientos treinta y cinco años posteriores a la fabricación de las vasijas trajo consigo profundos cambios que resultaron fundamentales para el desarrollo de esta historia. Corría el año de 1535. A la recién fundada ciudad de Quito llegó un grupo de frailes encabezados por Fray Jodoco Ricke, de origen belga, que sería recordado durante siglos por haber fundado el primer convento de la ciudad, grabando en ella para siempre la huella de San Francisco de Asís. La historia oficial cuenta que con el grupo del monje, nacido en 1495 en la ciudad de Gante, llegaron al Ecuador las primeras semillas de trigo, cereal que fue cultivado por ellos en lo que hoy se conoce como la “plaza de San Francisco”. Lo que se dice muy poco, porque pocos son quienes saben, es que el fraile, además, trajo cebada para fabricar cerveza.

Pequeño relato científico IV

Intentos fallidos Indudable experto en su campo, Carvajal conocía la capacidad que tienen las levaduras para mantener suspendidas sus funciones vitales durante años. Les basta con ser rehidratadas para “resucitar”, tal como sucede con la levadura en polvo, que se reactiva al contacto del agua. Vasija en mano, comenzó a trabajar junto con su equipo. Al principio creyeron que bastaría con estimular la hidratación y la nutrición de las cepas que, estaban seguros, se encontraban en estado de latencia dentro de las vasijas; pero los resultados fueron negativos. . A Carvajal, la experiencia le había enseñado que las levaduras acostumbran quedarse en los poros de los recipientes que las contienen, y no le parecía válido asumir que el caso de los cántaros sería excepcional. Aún les faltaba trabajar en algo.

Pequeño relato científico V

La primera cervecería de América Hasta 1566, en el territorio de Las Américas se apreciaba en gran medida a los licores provenientes del maíz, la caña, y cuando llegaron los españoles, la uva. Chicha, guarapo y vino. En Bélgica, la tradición de sus habitantes sembró en Fray Jodoco la firme intención de fermentar cerveza en el Nuevo Mundo. Cuando pudo recoger las primeras cosechas útiles de cebada, el monje construyó la primera cervecería del continente. Hoy, el recinto en que se elaboró aquella bebida se conserva en perfecto estado dentro del convento de San Francisco. Nada más entrar, se percibe el aroma medio dulzón del mosto de aquella bebida, que se fabricó sin interrupción durante cuatrocientos años hasta que el sitio fue abandonado, al final de la década de 1960. Después el lugar fue restaurado como museo, donde todavía se conservan intactos los dos toneles de roble en los que Fray Jodoco fermentaba su cerveza.

Pequeño relato científico VI

Levántate y anda Recuperar vivas cepas milenarias de levadura es algo que los científicos han estado intentado sin éxito durante años, utilizando restos arqueológicos de lugares como China o Egipto. Era la primera vez que se intentaba en el Ecuador, y el equipo de Carvajal se dio el modo de superar los obstáculos de la primera fase. Ellos desarrollaron un medio de cultivo especial en el que poco tiempo después se reproducían sin ningún pudor seis especies distintas de levaduras silvestres; aquellas que le dieron sabor, aroma y textura a la bebida de los originarios, expertos fermentadores, hace unos mil cuatrocientos años.

Pequeño relato científico VII

La levadura de Fray Jodoco Tiempo después del prodigio, Carvajal supo de la cervecería de los franciscanos, y vio allí una nueva oportunidad para su trabajo. Al biólogo le dio por revivir a la levadura del siglo XVI con la que Fray Jodoco elaboraba su cerveza. El equipo no tuvo que hacer demasiado para convencer al director del convento, pues los resultados obtenidos en las vasijas “Sierra norte” hablaron de la seriedad de las intenciones científicas. La única condición fue que no se utilice ningún producto del proyecto para fines comerciales ajenos a la jurisdicción franciscana. Con la ayuda de un joyero se extrajeron muestras de los toneles haciendo perforaciones de diferente profundidad; mientras más profundo, más antigua la muestra. Se volvió a aplicar el proceso en el laboratorio, y despertó una especie de levadura con diferencias radicales frente a las levaduras de la tribu. Fray Jodoco había introducido a América una nueva especie, la Saccharomyces cerevisiae, y toda una técnica

Pequeño relato científico VIII

Epílogo Las levaduras que se encontraron en las vasijas de La Florida, no solo revelaron la experiencia que los antepasados tenían en materia de fermentación. Gracias a ellas, se supo que la tribu había establecido contactos comerciales con la gente del sector conocido como Los Chillos, pues las levaduras estaban especializadas en el maíz de Chillo. En el caso de la cerveza, hoy se sabe que la del mil quinientos era mucho más nutritiva, tenía más cuerpo, y además de cebada tenía arroz y maíz. Carvajal y los monjes franciscanos están llevando a cabo negociaciones para volver a utilizar la cervecería, con la receta de Fray Jodoco, durante la celebración de los 800 años de vida de la orden franciscana, cumplidos el 16 de Abril de 2009. La técnica de resurrección de las levaduras es única en el mundo; y ha puesto al Ecuador en el mapa científico internacional gracias a lo que se conoció como el proyecto “Bioarqueología: develando dos mil años de fermentaciones en Quito”. Hoy, la intención

Variaciones de un soneto (o cómo no morirse de aburrimiento en el trabajo)

Soneto Nº2 Primera Todavía te debo trece besos y alguna canción que va atrasada un viaje sin fin, catorce versos para despertarte atravesada... Tú me debes una noche entera, la conversación de despedida; un café, pasión sin coladera, sofocar las hogueras encendidas En fin, nos debemos tantas cosas, yo un libro de Quino, tú un helado, y las puertas que jamás me abriste; mas el volver a intercambiar rosas hoy a tí y a mí nos es vedado si bien toda deuda aún existe Segunda Todavía te debo trece besos y alguna canción que va atrasada, un viaje sin fin, catorce versos que te cuenten deudas mal pagadas... Tú me debes una noche entera, la conversación de despedida; la imagen viciosa y plañidera de tu adiós, tu llanto y tu partida En fin, nos debemos tantas cosas, yo un libro de Quino, tú un helado, y la puerta que jamás abriste; mas el volver a intercambiar rosas hoy a tí y a mí nos es vedado, si bien toda deuda aun existe Tercera Todavía te debo trece besos y alguna canción que va atrasada;

A manera de Prólogo

Este texto corresponde al prólogo al disco Desamor en 7 pecados Todo empieza con la melancolía, y de alguna extraña manera todo termina con ella. Como una descripción obsesiva de lo imposible, de lo que nos promueve y nos incita, pero que no está a nuestro alcance más que en el recuerdo; en las horas de contemplación de nuestras viejas páginas de memoria. Una consecuencia del enamoramiento es la salvaje estupidez, el capricho por aprenderlo todo del otro, conservar con celo inconsecuente y necio los vestigios de su vida y de todo lo que supone su presencia. El amor no puede llamarse tal si no es perturbado, transformado y destruido. Experimentos cotidianos del desamor, de eso se trata este disc o ; descripciones mínimas y elocuentes del acostumbrarse entre los objetos que componen nuestra vida, a la frustración del amor vencido, a la pérdida de la persona amada. Una cartografía de la desventura que de alguna forma promueve la idea de que todo lo que sentimos es perversamente fr

Sexo Idiota

A los miembros del taller literario " El sexo idiota " Si hubiera que escoger de entre las artes la puta más hermosa y menos mía, la más infiel, la más alucinante tendría que decir “es la poesía” Si hubiera que escoger al más idiota de todos los poetas, mis amigos, poniéndome muy bien las dos pelotas diría que la cosa va conmigo Los grupos son la excusa predilecta de los que buscan paz en sus conciencias, un poco de licor y alguna dama El Sexo Idiota es la casa perfecta para poner a prueba la demencia, para poner los dedos en las llagas

Soneto Nº 2 (Deudas en San Valentín)

Todavía te debo trece besos y alguna canción que va atrasada; un viaje sin fin, catorce versos que te hablen de amor en la alborada... tú me debes una noche entera, la conversación de despedida; quince mil colores, la vidriera que tus ojos tienen escondida. En fin, nos debemos tantas cosas: yo un libro de Quino, tú un helado y la apuesta que ante mí perdiste mas el volver a intercambiar rosas hoy a tí y a mí nos es vedado si bien toda deuda aún existe.

Seis enmascarados

A los cantantes de CLONE Las voces se encienden, las escucho mientras me pierdo en pensamientos vanos han sido seis que cantan con las manos han sido seis, aunque parecen muchos. Son seis enmascarados: uno cucho, algún conquistador y dos hermanos, el más joven ainú (*), mono serrano, y el gordo, amigo de su amigo “el yucho” De seis se quedan cinco, el otro sigue cantando a los demás tras bastidores; completo así, de seis, este quinteto De Bobys a per casos que se liguen a la musa del pop estos señores y luego, que me canten el soneto. (*) Ainu: Singular de Ainur. Los ángeles de la mitología creada por Tolkien en “El Silmarillon”, según la cual el universo fue creado a través del canto de estos ángeles.