Ir al contenido principal

Un caballero pierde siempre (Canción)

(Manifiesto masculino 2010)

Hoy no tengo ganas de ser un caballero
hoy no amanecí con esa vocación;
tan acostumbrado a obviar lo que prefiero
a no ser tan sincero
por ser todo un señor

Hoy no cedo asientos ni cambio posiciones
tu ego enardecido aprenderá a esperar
hoy no serás la musa de todas mis canciones
reina de corazones,
no soy tu "Wonderland"

CORO I:
Al tipo delicado que te escribía poemas,
aquel que por las noches te hacía de cenar
al que decía encontrarte todos los días más bella
un día lo abandonaste por otro más vulgar...

Hoy no acaricio manos, ni me quito el sombrero;
no regalo cumplidos ni beso al saludar;
hoy no defiendo damas, ni ofrezco ceniceros
ni seré yo el primero
en salir por tí a matar

Hoy no tengo ganas de seducir mujeres
con sonrisas fingidas y frases de ocasión;
chicas que, a fin de cuenta, son despreciables seres
portadas de revista
cerebros de cartón

CORO II:
Fingir acartonado un trato deferente
lleno de florituras hasta en el caminar
no es como me enseñaron. Yo, sin ser indecente,
suelo decir las cosas tal como se me dan.
Al tipo delicado que te escribía poemas,
aquel que por las noches te hacía de cenar
al que decía encontrarte todos los días más bella
un día lo abandonaste por otro más vulgar...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los vegetarianos según García Márquez

COSAS DE LOS VEGETARIANOS Tomado de diario el Heraldo. 195? Para quienes no podríamos vivir sin la nutritiva colaboración de un buen bistec, los vegetarianos son una especie de santos varones, entregados por entero al culto casi sagrado de las remolachas y los espárragos. Los carnívoros comemos nuestros suculentos platos sin ningún afán proselitista y la única libertad que de vez en cuando nos tomamos en ese sentido es la de invitar a alguien que manifieste una franca preferencia por la carne de cordero, a que se coma un asado de buey. Los vegetarianos, en cambio, no se limitan a disfrutar del desabrido placer de sus lechugas, sino que manifiestan un permanente espíritu de expansión, una constante disposición de hacer del mundo moderno una bola cubierta de vegetarianos por todas partes, donde los bueyes no sean otra cosa que instrumentos para arar la tierra o para transportar las legumbres. La posición del carnívoro humano es pasiva, la del vegetariano es beligerante. Todo lo c

Curioso Malentendido

"Pero si ella nunca supo de Sofía, ni de Magdalena, ni Ana, ni Lucía, ni de aquella chica, la que prefería darse duchas frías sin temor a la influenza... Pero si ella nunca supo de Paola la prima de Diana, ni Adriana, ni Lola, ni de aquella que estando conmigo a solas nunca anduvo en bolas porque le daba vergüenza"

Tan Grande