Balada rock
L. y M. Javier López Narváez
Desamor en 7 pecados - 2011
(Lujuria)
enredando tus cabellos
/por los pliegues de tu piel;
una vez jugabas con mis labios
enredándolos en trampas
/con leve sabor a miel;
tímido delirio de tus manos,
trémulo latido de tu piel,
suave la mirada que descubre más allá
de lo que la moda oculta
/por encima de la piel.
II
Una vez jugamos a encontrarnos
tras la cubierta de tela
/los botones y demás;
una vez subí hasta la cima
de los montes que se elevan
/al norte de tu humedad;
lento recorrido de tus labios
por encima de mi corazón,
suave terciopelo que recorre la mitad
del marfil de las columnas
que sostienen tu perfecta humanidad
III
Lentamente hieren los recuerdos:
el suspiro de agonía
/mezcla de sudor y sal.
Dibujábamos sobre aquel lienzo
inventando fantasías
/que sabían a verdad.
Música que aún suena en mis oídos,
tu voz se elevó en la oscuridad;
canto de guerra, juegos de encuentro y de placer,
eco que fue retumbando
dentro y fuera de las grietas de tu ser.
IV (Coro)
Delirio de sal
profanando lo sagrado
en el templo corporal.
Una vez
se enredaron los destinos
rasgando nuestros vestidos;
y aunque el místico ritual
fue repetido tantas veces
el caso es que aquella vez
no podrá volver a ser.
L. y M. Javier López Narváez
Desamor en 7 pecados - 2011
(Lujuria)
I
Una vez jugaba por tu espalda,enredando tus cabellos
/por los pliegues de tu piel;
una vez jugabas con mis labios
enredándolos en trampas
/con leve sabor a miel;
tímido delirio de tus manos,
trémulo latido de tu piel,
suave la mirada que descubre más allá
de lo que la moda oculta
/por encima de la piel.
II
Una vez jugamos a encontrarnos
tras la cubierta de tela
/los botones y demás;
una vez subí hasta la cima
de los montes que se elevan
/al norte de tu humedad;
lento recorrido de tus labios
por encima de mi corazón,
suave terciopelo que recorre la mitad
del marfil de las columnas
que sostienen tu perfecta humanidad
III
Lentamente hieren los recuerdos:
el suspiro de agonía
/mezcla de sudor y sal.
Dibujábamos sobre aquel lienzo
inventando fantasías
/que sabían a verdad.
Música que aún suena en mis oídos,
tu voz se elevó en la oscuridad;
canto de guerra, juegos de encuentro y de placer,
eco que fue retumbando
dentro y fuera de las grietas de tu ser.
IV (Coro)
Delirio de sal
profanando lo sagrado
en el templo corporal.
Una vez
se enredaron los destinos
rasgando nuestros vestidos;
y aunque el místico ritual
fue repetido tantas veces
el caso es que aquella vez
no podrá volver a ser.
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