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Pequeño relato científico III

Los franciscanos llega a Quito

El territorio en el que los miembros de la tribu fermentaban su chicha fue dominado; primero por incas y luego por españoles. Los novecientos treinta y cinco años posteriores a la fabricación de las vasijas trajo consigo profundos cambios que resultaron fundamentales para el desarrollo de esta historia.

Corría el año de 1535. A la recién fundada ciudad de Quito llegó un grupo de frailes encabezados por Fray Jodoco Ricke, de origen belga, que sería recordado durante siglos por haber fundado el primer convento de la ciudad, grabando en ella para siempre la huella de San Francisco de Asís. La historia oficial cuenta que con el grupo del monje, nacido en 1495 en la ciudad de Gante, llegaron al Ecuador las primeras semillas de trigo, cereal que fue cultivado por ellos en lo que hoy se conoce como la “plaza de San Francisco”. Lo que se dice muy poco, porque pocos son quienes saben, es que el fraile, además, trajo cebada para fabricar cerveza.

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Cuando termine

Cuando todo esto termine, te preguntarás: ¿cómo habría sido si el viento no soplara sobre las velas de tu barca ausente?. ¿Cómo -si el sol tostara en las mañanas tu mejilla derramada entre mis dedos, y tus labios y tu lengua remojaran, con el café y el pan, mis buenos días al desayuno? Te preguntará tu piel por la piel que ha sido tuya y que no estará ya para enderezar sus grietas, ni estos dedos para enjugar tus ojos.  Te preguntarás frente al espejo por la ausencia que te abraza, y llorarás mientras escuchas el eco lejano de un canto de despedida.  Y será tarde, muy tarde, porque el sol se apaga, y la mar se seca y tu barca ausente se pierde en la orilla ocre del ocaso. Y ya no habrá pan, café, lengua y labios. Ni piel, ni mano, ni mejilla, ni huesos, ni polvo. Cuando todo esto termine, solo quedará mi canto. 

Los vegetarianos según García Márquez

COSAS DE LOS VEGETARIANOS Tomado de diario el Heraldo. 195? Para quienes no podríamos vivir sin la nutritiva colaboración de un buen bistec, los vegetarianos son una especie de santos varones, entregados por entero al culto casi sagrado de las remolachas y los espárragos. Los carnívoros comemos nuestros suculentos platos sin ningún afán proselitista y la única libertad que de vez en cuando nos tomamos en ese sentido es la de invitar a alguien que manifieste una franca preferencia por la carne de cordero, a que se coma un asado de buey. Los vegetarianos, en cambio, no se limitan a disfrutar del desabrido placer de sus lechugas, sino que manifiestan un permanente espíritu de expansión, una constante disposición de hacer del mundo moderno una bola cubierta de vegetarianos por todas partes, donde los bueyes no sean otra cosa que instrumentos para arar la tierra o para transportar las legumbres. La posición del carnívoro humano es pasiva, la del vegetariano es beligerante. Todo lo c...

Pequeño relato científico I

Sobre la cultura Sierra norte Al norte de Quito vivía una tribu. La tribu trabajaba el barro y la cerámica. La tribu desapareció alrededor del año seiscientos, y los vestigios de su cultura fueron desenterrados mil cuatrocientos años después. Como suele suceder en estos casos, la historia tiene una arqueóloga; una excavación llena de huesos, accesorios y vasijas; muchas interrogantes sobre las costumbres de la tribu y un joven científico dispuesto a contestarlas. La arqueóloga se llama Maria del Carmen Molestina. En el año 2002 dirigió la excavación en La Florida, al norte de la capital, en la que se encontraron algunas tumbas que develaron las costumbres funerarias de la tribu. A saber: a los miembros de la tribu los enterraban con su vestimenta y con sus armas de caza. A los miembros de la tribu los despedían en rituales fúnebres, con ofrendas y regalos. A los miembros de la tribu les gustaba tanto beber chicha, que se la llevaban hasta el otro mundo envasadas en vasijas de barro coc...